Sola

"El paso  más  importante  para  llegar  a  conocerse  es  aprender  a estar  solo  con uno  mismo  sin leer, escuchar  radio, fumar   o beber... paradójicamente, la  capacidad  de estar  solo  es  la condición  indispensable  para la  capacidad  de  amar... observará asimismo  que  llegan  a  su  mente  toda  clase  de pensmaientos  que lo  dominan"

                                                                             Erich Fromm

Cómo bien decía Fromm en este fragmento de su libro El arte de amar, cuando uno esta solo todo tipo de pensamientos le vienen a la mente. A mí me pasa también, no los puedo controlar, vienen y van cuando quieren y como quieren. La mayor parte de las veces, es entonces cuando soy más consciente de lo que me rodea, cuando reflexiono, observo lo que tengo alrededor... así, los pensamientos no tardan en dr paso a los sentimientos.

Es la impotencia la que hoy me invade en la soledad de mi habitación, el no tener nada que hacer, o mejor dicho, no querer hacer nada, me recuerda todo lo que quise y no pude hacer, lo que quiero y no puedo, lo que querré y no podré. Me doy cuenta de como me voy enfadando conmigo misma y con las situaciones vividas y por vivir. Se me llena la cabeza de preocupaciones, de impotencia por no ser lo suficientemente rápida para reaccionar; por no tener valor; por no saber elegir el momento, o la persona; por quedarme a mitad de camino; por no entrar ni salir; por no preguntar o por preguntar demasiado; por no poder pedir ayuda y por no poder darla; por no poder entenderme a mí, ni a los demás; por no conocerme a mi misma; por no tener la capacidad de estar sola; incluso por no poder perdonarme muchas cosas, o mantener dolores del pasado...

Hay muchas cosas que me hacen sentir impotente, tantas como ni siquiera yo podría imaginar. El hecho de no poder dejar de sentirme impotente me crea impotencia... la pescadilla que se muerde la cola, un agujero negro tal vez... ¿la espiral, acaso?