EuskoTren aún desconoce la causa exacta del grave accidente de Lezama

labmetrobilbao 1456150638937 LAB Metro Bilbao | 2009-10-22 00:00

La comparecencia del consejero Iñaki Arriola ante el Parlamento de Gasteiz no aportó ayer grandes novedades acerca de la causa exacta del grave accidente ferroviario que tuvo lugar la tarde del 8 de octubre en la estación de Lezama. Los responsables de EuskoTren y Euskal Trenbide Sarea defienden el buen estado de las unidades del convoy y de las vías, apuntando a un «factor humano» en el origen del siniestro.

Trece días después de que una unidad de cercanías de EuskoTren chocara brutalmente contra el tope de la estación de Lezama, que se saldó con la muerte del maquinista y con tres pasajeros heridos de diversa consideración , el consejero de Vivienda, Obras Públicas y Transportes de Lakua acudió a la Cámara de Gasteiz para informar sobre el suceso.

No hubo grandes novedades respecto a los datos que han ido transcendiendo de la investigación, de la que Arriola tuvo que reconocer se encuentra en «fase preliminar». Es más, llegó a decir que el siniestro se produjo porque el tren no frenó cuando debía, una reflexión obvia que mostró hasta qué punto se ha avanzado en el esclarecimiento de los hechos.

Faltan, tal y como señaló, el informe final de la autopsia, así como las conclusiones del atestados de la Ertzaintza. En este apartado, tan sólo ratificó un dato que se conocía a las 24 horas, que el conductor, José María Colio, falleció a causa de un fuerte golpe en el tórax con el pupitre. Los bomberos rescataron su cadáver sentado entre el amasijo de hierros en que se convirtió la cabina del tren.

En una práctica habitual en sucesos de estas características, el responsable de Lakua aportó informes técnicos de Euskal Trenbide Sarea (ETS) que confirmarían que las Unidades 303 y 306 -que formaban parte del convoy accidentado-, así como los dos sistemas de frenado y los raíles estaban en «buen estado de funcionamiento». La incógnita, ya señalada poco después del choque y aún sin aclarar, es por qué una vez desactivado el sistema de frenado automático Euroloop el tren aceleró más de lo habitual.

El director técnico de EuskoTren, José Antonio Gorostiza, informó de que la velocidad de la unidad camino de Lezama «no era desproporcionada sino inferior (27 km/h)» a los dos servicios anteriores, uno de ellos dirigido por el maquinista fallecido. Fue en el segundo viaje de Deustua a Lezama cuando el conductor mantuvo la tracción durante más tiempo de lo establecido, alcanzando los 47 km/h a 37 segundos de llegar a su destino; habitualmente se accede a la estación a 30 km/h.

Para tratar de explicar la razón por la que el maquinista aceleró, comentó que de la parada de La Cruz al final del trayecto hay una pendiente del 2,5% y por tanto es necesaria, aunque a continuación se frene, algo que no sucedió. Gorostiza incidió en que la velocidad de los trenes de la línea de Txorierri no supera en ese tramo los 57 km/h, ya que las unidades no tienen potencia para alcanzar los 70 ó 80 kilómetros a la hora. Los trenes tienen una media de 30 años de servicio.

A 20 metros de la colisión, fue cuando el trabajador de EuskoTren -con 34 años de servicio en la compañía y con una carta de reconocimiento en 1999- accionó el freno de emergencia, que no impidió el choque mortal a 44,6 km/h. Todos los mecanismos de frenado, incluso la arena que arroja el sistema sobre los raíles, funcionaron, según los técnicos.

«El tren se comportó de una manera correcta», apostilló el consejero de Vivienda, Obras Públicas y Transportes ante los representantes de los grupos políticos presentes en la comisión parlamentaria. Con la información en su poder, según Arriola, «no es posible asegurar la causa exacta por la que ocurrió el accidente».

En su intervención, el director técnico de EuskoTren habló del «factor humano» como clave a la hora de esclarecer lo que sucedió, concepto que tuvo que definir para evitar que se le atribuyera que apuntaba a que la causa del siniestro había que buscarla en un «fallo humano». «Un problema físico o de salud repentino e inesperado que le impidiera reaccionar a tiempo y evitar la colisión», manifestó, aunque aún no se puede determinar en el momento en que se encuentra la investigación.

El consejero tuvo que confesar que todavía falta tiempo hasta que se aclare lo sucedido. Entre los datos que aportó a la comisión, está el que, en el periodo comprendido entre 2004 y 2008, de las siete estaciones de EuskoTren que dispone de tope y con 501.488 entradas se contabilizaron 4 incidentes por colisión: dos tuvieron lugar en Hendaia, uno en Atxuri y otro en Amara, con un balance de 19 personas heridas o lesionadas. Iñaki Arriola lo extrapoló a porcentajes, afirmando que el nivel de accidentabilidad era de 0,0008% o un indice de seguridad del 99,9992%.

Arriola blande expedientes y no asume responsabilidades en el paro

El Ejecutivo de Lakua está empeñado en dar un castigo ejemplar a los convocantes del paro de 24 horas en señal de duelo por la muerte del maquinista en Lezama, aunque tal y como señaló ayer el consejero de Transportes, el expediente no va a afectar a los representantes de UGT y de la candidatura independiente Trenbideginen, respectivamente.

Iñaki Arriola justificó las sanciones a los sindicalistas de ELA, LAB y CCOO por la convocatoria de un paro «ilegal», que afectó a miles de ciudadanos. «Habíamos tenido un accidente, habíamos perdido a un trabajador y compañero, pero ¿por qué decidieron que esto lo pagasen los ciudadanos? No encuentro una respuesta razonable», manifestó.

El consejero aseguró que el comité permanente les había informado inicialmente de que iban a convocar un paro de una hora y una concentración y después se optó por el paro de 24 horas con la posición contraria de UGT, Trenbideginen y la dirección de EuskoTren. Arriola centró la culpa de que no hubiera servicio de tren, autobús y tranvía en los sindicatos que ostentan la mayoría, no quiso asumir, como le pidieron desde la oposición, responsabilidades a la hora de afrontar el paro convocado «de la noche a la mañana» y de comunicarlo a los 70.000 usuarios habituales de la compañía.

Fuentes del comité permanente señalaron ayer a GARA que en ningún momento, se les propuso «ninguna clase de servicios mínimos». «Si el consejero está empeñado en depurar responsabilidad -subrayaron-, igual es tiempo de que se depuren todas, también las de la dirección».

Iturria: www.gara.net


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