Jordi Colomer: “Para frenar esta subida exponencial en la tasa de residuos es urgente aplicar el puerta a puerta en toda Gipuzkoa”

gipuzkoasinincineradora 1456133263317 Gipuzkoa Sin Incineradora | 2010-07-13 12:07

Resumen de la conferencia impartida por Jordi Colomer en la Cámara de Comercio de Gipuzkoa. Los gráficos que ilustran la conferencia se pueden ver en este diaporama.

En la cámara de Comercio de Gipuzkoa, y ante una nutrida audiencia compuesta sobre todo de alcaldes, ediles y técnicos de medio ambiente de municipios de Gipuzkoa, Bizkaia y Nafarroa, el asesor de la Mancomunidad de Sanmarko, Jordi Colomer, ha presentado las principales ventajas económicas de la recogida selectiva puerta a puerta de residuos. El experto en gestión de residuos ha descrito el actual escenario como “de subidas exponenciales en el coste del tratamiento de residuos” y ha dicho que de seguir así la tasa de residuos continuará subiendo exponencialmente en los próximos años como ha ocurrido en otros territorios golpeados por las incineradoras. Ha asegurado que la única manera de frenar dicha subida es incrementar la recogida selectiva y reducir al máximo la cantidad de rechazo mediante la expansión paulatina del sistema de recogida puerta a puerta a toda Gipuzkoa.

Residuo Cero, hacia un modelo circular

A las 11:00 en punto ha dado comienzo en la Cámara de Comercio de Gipuzkoa la presentación de Jordi Colomer sobre las ventajas económicas del puerta a puerta. Después de una breve introducción a cargo de Ricardo Ortega e Imanol Azpiroz, presidente y vicepresidente de la Mancomunidad de Sanmarko respectivamente, ha tomado la palabra Jordi Colomer asesor de la presidencia de la mancomunidad y experto de la gestión de residuos puerta a puerta.

Ha comenzado su charla recordando que “el objetivo y la visión estratégica de la Mancomunidad de Sanmarko es el residuo cero. Se debe sustituir el actual modelo lineal de explotación, producción, consumo y 'eliminación' de recursos por otro modelo circular que no genere externalidades. El objetivo es caminar hacia el residuo cero más sostenible y con mucho menos gasto energético”.

Primer paso, separación en origen

Para llegar al residuo cero hay que atacar todas las fases del proceso productivo. En este sentido, presentó toda una batería de medidas de carácter integral, bastante ambiciosa, pero que haría factible ese objetivo, como por ejemplo, la generación de sistemas de deconstrucción y consiguiente aprovechamiento de materiales inertes, iniciativas legislativas para reducir la producción y el consumo de envases, investigación en diseño industrial y en nuevos materiales reciclables así como políticas activas de recuperación de materiales enterrados en vertederos. De todas esas medidas, dijo, se deben marcar prioridades y la prioridad fundamental en estos momentos es la separación de origen, ya que nos permite pasar de cuotas de reciclaje del 30% a cuotas de reciclaje del 80%. En definitiva, los municipios deben ofrecer todo el material reciclable y para esa labor la clave es la implantación del puerta a puerta.

El puerta a puerta es más económico que el 5º contenedor

El asesor de la Mancomunidad de Sanmarko teme una continuación alcista del precio del rechazo. En los últimos años la tasa de residuos ha experimentado una fuerte subida y no parece que se haya tocado techo.

Según se aprecia en la tabla, el costo del puerta a puerta (la última columna) se asemeja al costo del sistema de contenedores (tercera columna) pero es más barato que el 5º contenedor (cuarta columna).

El problema del sistema de contenedores es que incrementa la cantidad de rechazo. Eso hace que cada día sea más caro gestionar el rechazo porque los vertederos se están llenando y cada vez hay que transportar el material más lejos. El precio va subiendo y el problema se agrava si se añaden los costos de los incrementos progresivos de recogidas, de cantidades que van a vertedero y la tecnificación de los sistemas de recogida, como la construcción y el mantenimiento de contenedores soterrados, etc. Si en este contexto se añade el costo extra de la recogida de la fracción orgánica con el 5º contenedor, la recogida y el tratamiento de los residuos mediante el sistema de contenedores se dispara.

Además, dado el pobre nivel de eficacia del 5º contenedor, que recoge de media 30 gr/hab/día de una media de producción de 300 gr./hab./día, la cantidad de rechazo a recoger y a tratar no experimenta bajadas sustanciales con lo que tampoco se perciben ahorros significativos en ese sentido.

Colomer se apoyó en el ejemplo de varios municipios italianos para ilustrar la bajada de costes que conlleva el incremento de la recogida selectiva. La relación es sencilla. Básicamente, los municipios que reciclan menos tienen menores costes de recogida, pero los que reciclan más se ahorran el costo del tratamiento que en Italia es muy alto (entre 120 y 150 euros por tonelada de rechazo). Reciclar termina compensando el sobrecosto de la recogida selectiva e incluso puede hacer bajar el costo total de la gestión de los residuos.

Subida exponencial del costo del tratamiento del rechazo

Colomer ha hecho también un análisis estadístico del comportamiento del costo real del tratamiento de los residuos en Gipuzkoa en los últimos años. De ese análisis se concluye que estamos en un escenario de subida exponencial del costo del tratamiento de rechazo, los precios se acercan a la curva teórica en un 0.98.

Colomer matizó que ese  resultado es esperable porque suele ser “lo habitual” en territorios en los que se ha planificado construir una incineradora.

Urgente extender el puerta a puerta

Para contrastar ese incremento exponencial del coste de la recogida es imprescindible reducir la fracción rechazo a su mínima expresión y separar toda la orgánica. Para ello es urgente extender el puerta a puerta a toda Gipuzkoa.

Una idea que ha repetido una y otra vez es que la ventajas económica que saca el puerta a puerta a los demás sistemas de recogida tiene que ver con la reducción de cantidad de rechazo que se recoge. Cualquier implantación del puerta a puerta suele traer consigo una reducción de la cantidad total de residuos de alrededor de un 15%, de los cuales sólo una pequeña parte es rechazo (menos del 20%). Los municipios dejan de pagar el coste de ese rechazo que ya no se recoge.

Consejos prácticos para abaratar el coste del puerta a puerta

Colomer ha insistido también en la idea de que el puerta a puerta permite modular los costes y ajustarlos a las realidades locales de tal manera que, siguiendo una serie de pautas muy sencillas, sea posible abaratar los costes de recogida puerta a puerta.

Una estrategia muy útil es mancomunar servicios. Los costes de inversión mancomunada son siempre inferiores porque se maximiza la rentabilidad de las inversiones, como por ejemplo, la inversión en los vehículos o en el servicio de atención al ciudadano.

Otro costo a tener en cuenta es el transporte del material hasta las plantas de reciclaje y compostaje. Debe encontrarse un equilibrio entre distancia y tamaño de los centros de reciclaje, de tal manera que no haya que construir demasiados pero los que haya no queden demasiado lejos.

Refiriéndose en particular a los esfuerzos que está realizando la Mancomunidad de Sanmarko para incentivar el reciclaje ha aclarado que se ha roto el esquema de la bolsa única que premiaba a los municipios que reciclaban menos. Los municipios de Sanmarko reciben directamente lo que recuperan de los envases y del papel. Se premia así a los municipios que lo hacen bien, ya que cuanto más se recicle más se recibe. Ese tipo de estímulos económicos hace que los municipios que hacen el puerta a puerta recuperen mucho dinero y que reciclar les salga rentable.

Ese dato es especialmente importante en el caso del papel, ya que se vende muy caro. En 5 años se ha pasado de venderla a 60 euros por tonelada a 90 euros por tonelada y todo indica que el precio tenderá a estabilizarse en ese precio. Con cualquier papel que tiramos a la basura, estamos perdiendo dinero.

Otra consecuencia positiva de que los municipios perciban directamente el dinero de la venta de  materiales reciclables es el incremento brutal en las cantidades de selectiva. Por ejemplo, de 39 kg/hab/año de envases ligeros que se generan de media, Usurbil recoge 36,6 kg/hab/año, cuando la media de Sanmarko es de 16 kg/hab/año.

El impuesto verde: un futuro rentable

El andamiaje institucional tiene una repercusión directa en el costo relativo de los diferentes sistemas de recogida. Si las instituciones supramunicipales incentivaran económicamente el reciclaje de los recursos, por medio del llamado impuesto verde, los pueblos que se sumen al puerta a puerta serían los más beneficiados porque son los que más reciclan.

Para ilustrar ese escenario de futuro, Colomer ha puesto el ejemplo del impuesto verde de Cataluña que penaliza a los municipios sin recogidas selectivas, haciendo que paguen más por cada tonelada que va a vertedero a incineradora. Como consecuencia directa de ese estímulo fiscal  de 2004 a 2009 se ha multiplicado la recogida selectiva de orgánica.

Además, en Cataluña la orgánica que entra en las plantas de compostaje se paga por número de habitantes y porcentajes de impropios, según un baremo dado. Pues bien, una aplicación directa de esas tasas a Hernani da como resultado que pasaría de pagar 130 euros por tonelada de orgánica a 40 euros por tonelada. Eso supondría un ahorro sustancial en las arcas públicas de los municipios que reciclan mucha orgánica.

La gente lo nota en sus bolsillos

Lo más importante de las ventajas económicas del puerta a puerta, sin embargo, es que la gente lo nota en sus bolsillos. El puerta a puerta permite que sean los propios usuarios los que se beneficien directamente de las ventajas económicas del puerta a puerta. Eso ocurre por dos motivos principalmente, la primera es que permite la aplicación de la tasa justa y la segunda es el empleo que genera.

Colomer calcula que si se extendiera el puerta a puerta a toda Gipuzkoa se generarían al menos 465 puestos de trabajo. Los demás sistemas que invierten en infraestructuras y tienden a reducir gastos suprimiendo personal, el puerta a puerta invierte en la gente y en el desarrollo económico local. Colomer ha dado el dato de que normalmente la relación de puestos de trabajo entre el puerta a puerta y la incineradora suele ser de 10 a 1.

Preguntas y respuestas

Al final de la conferencia ha habido preguntas de muchos tipos. Aquí sólo vamos a destacar tres de las respuestas de Colomer, por su interés general.

La primera es que los entes que se dediquen a gestionar residuos no deberían gestionar el rechazo. Según Colomer, los mejores resultados de recogida selectiva las dan las instituciones que no tienen responsabilidad de gestionar el rechazo y lo ven como un coste externo, como ocurre en Bélgica, porque son los primeros interesados en bajar costes.

La segunda es que los municipios pequeños y dispersos pueden desarrollar sus propias estrategias para hacer el puerta a puerta un sistema económico, como por ejemplo, generalizar el autocompostaje.

La tercera es que la biometanización puede ser una alternativa al compostaje en zonas urbanas de densidades muy altas y que por falta de espacio tengan problemas para ubicar una compostadora.


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