Si no dejo de escribir para nada, cosas sin sentido, voy a acabar teniendo un ataque de nervios. Llevo horas garabateando páginas con tonterías en las que ni siquiera tendría que molestarme en pensar. Y es que pensar en ciertas cosas es como buscar la formula de la eterna juventud, totalmente inútil y una perdida de tiempo. Pero como decía Nietzsche, nosotros no pensamos en las cosas, son los pensamientos los que nos invaden a nosotros. Por eso no puedo dejar de pensar en cosas absurdas. ¡Socorro! Es la invasión de lo absurdo, que alguien me ayude! Qué asco, qué aburrimiento... toda la vida...